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Los diferentes tipos de poda y sus resultados en la calidad del vino

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Los diferentes tipos de poda y sus resultados en la calidad del vino

La poda es una de las prácticas más importantes en el cultivo de la vid. La correcta poda de la vid es esencial para producir vinos de calidad. Existen diferentes tipos de poda y cada uno tiene un impacto en la cantidad y calidad de la cosecha de uvas. En este artículo, hablaremos sobre los diferentes tipos de poda y cómo afectan la producción y calidad del vino.

Poda de invierno

La poda de invierno es la poda más común. Se lleva a cabo durante los meses más fríos del invierno. El objetivo de la poda de invierno es controlar la cantidad de brotes nuevos y flores en la vid. Al recortar los brotes, los replantes se concentran en los sitios en los que se desea para que se produzcan los mejores racimos de uvas.

La poda de invierno también ayuda a la vid a mantener un tamaño controlado. Esto es particularmente importante en los viñedos de espaldera, donde las vides se entrenan en la forma de un abanico. Si no se realiza la poda adecuada, las vides pueden crecer demasiado, lo que dificulta el mantenimiento y la recolección.

Poda de primavera

La poda de primavera, también conocida como "poda en verde", se lleva a cabo después del crecimiento inicial de la vid. La poda de primavera se concentra en recortar el exceso de flores y hojas para aumentar la calidad de los racimos y facilitar la penetración de la luz en las uvas. Al eliminar los brotes sobrantes, la vid concentra su energía en los racimos presentes, produciendo una cosecha de mayor calidad y más concentrada.

Además, en la poda de primavera se retiran los brotes nuevos que salen en la parte inferior de la vid. Esto permite que la vid se concentre en los racimos principales y no en los que brotan del suelo. Al juguetear con la vid de esta manera, se puede ajustar el régimen de crecimiento y asegurarse de que los racimos tengan un tamaño y calidad adecuados.

Poda de verano

La poda de verano es una práctica menos común, pero importante para la calidad del vino. En esta poda, se eliminan las hojas que crecen alrededor de los racimos para mejorar la calidad de la fruta. Los racimos están expuestos al sol y al aire, permitiendo que las uvas maduren adecuadamente. Además, al eliminar las hojas puede reducirse el riesgo de enfermedades y plagas, ya que estas se desarrollan mejor en condiciones de humedad.

La poda de verano también se utiliza para reducir el rendimiento de la vid. Reducir la cantidad de uvas en la vid puede aumentar la concentración de azúcar y sabor en los racimos restantes. Esto resulta en una mejor calidad del vino. Sin embargo, la poda de verano es un proceso cuidadoso, y se debe equilibrar la reducción del rendimiento de la vid con una cosecha suficiente para hacer buen vino.

Conclusión

La poda de la vid no es una tarea fácil, y los diferentes tipos de podas deben realizarse cuidadosamente dependiendo de las condiciones locales y el tipo de vino que se produce. La forma en que se maneja la vid influye considerablemente en la calidad y cantidad de la uva. Si se hace de manera adecuada, la poda puede mejorar significativamente la calidad del vino. Para resumir, la poda de invierno concentra el crecimiento de la vid, la poda de primavera se enfoca en la calidad de la cosecha y la poda de verano reduce el rendimiento, lo que resulta en mayores concentraciones de sabor y azúcar en el vino.