Sabores atípicos que podemos encontrar en vinos de calidad
Introducción
Cuando pensamos en los sabores que podemos encontrar en un vino de calidad, nos vienen a la mente sabores como frutales, florales, especiados y tánicos. Sin embargo, existen una gran variedad de sabores atípicos que podemos encontrar en los vinos que, en vez de ser un defecto, pueden ser un indicador de calidad y complejidad.
En este artículo, exploraremos algunos de los sabores más inusuales que podemos encontrar en los vinos de calidad, cómo identificarlos y qué los causa.
Sabor a barniz
Uno de los sabores más desagradables que podemos encontrar en un vino es el sabor a barniz. Este sabor es causado por una acumulación de dióxido de azufre (SO2) en el vino, lo que da lugar a un olor similar al del barniz.
Aunque el SO2 es un conservante natural del vino, en exceso puede ser perjudicial para la salud y afectar negativamente el sabor del vino. Para evitar un sabor a barniz, es importante mantener bajo control los niveles de SO2 y aplicar adecuadamente las técnicas de vinificación.
Sabor a humo
Otro sabor poco común en los vinos es el sabor a humo. Este sabor suele estar presente en los vinos que han sido elaborados en regiones con un clima seco y con alto riesgo de incendios naturales. El humo puede penetrar en las uvas y, durante la fermentación, transmitir su sabor al vino.
Aunque este sabor puede ser un indicador de la calidad del vino, ya que significa que las uvas han madurado en condiciones extremas, no es del agrado de todas las personas. Si prefieres evitar el sabor a humo, busca vinos de regiones donde este riesgo es menor.
Sabor a 'brett'
El sabor a "brett" es uno de los sabores más característicos de los vinos tintos. Este sabor es causado por una bacteria llamada Brettanomyces, presente en el mosto o en las barricas de roble donde se almacena el vino.
Este sabor puede ser agradable para algunas personas, ya que aporta notas a cuero y especias al vino. Sin embargo, en exceso puede ser abrumador y eclipsar otros sabores. Si no eres fan del sabor a brett, busca vinos elaborados en métodos modernos y evita aquellos vinos que hayan pasado mucho tiempo madurando en barricas de roble.
Sabor a piedra, tierra o minerales
Uno de los sabores más curiosos que podemos encontrar en los vinos es el sabor a piedra, tierra o minerales. Este sabor se asocia comúnmente con los vinos blancos de regiones con suelo calcáreo y con los vinos tintos de regiones con suelo granítico.
Este sabor puede ser un indicador de calidad en los vinos, ya que significa que las uvas han crecido en un entorno rico en minerales. Un sabor a piedra o tierra puede ser agradable para algunas personas, ya que aporta una sensación terrosa al vino.
Sabor a carne
El sabor a carne es uno de los sabores más curiosos que podemos encontrar en los vinos. Este sabor suele estar presente en los vinos tintos que han sido elaborados con uvas maduras y que han sido macerados durante un período largo de tiempo.
Este sabor puede ser agradable para los amantes de la carne, ya que se asemeja al sabor de la carne asada. Si no eres fanático de este sabor, busca vinos con menos tiempo de maceración o elaborados con uvas menos maduras.
Conclusión
En conclusión, aunque hay muchos sabores comunes en los vinos de calidad, también hay una gran variedad de sabores más inusuales que pueden indicar una mayor complejidad y calidad en el vino. Sabores como los a barniz, humo, brett, piedra, tierra y carne pueden ser curiosos y atractivos para algunos, mientras que para otros no lo serán tanto. Lo importante es tener en cuenta que estos sabores inusuales no son necesariamente un defecto y pueden ser una muestra del esfuerzo y la dedicación del enólogo por hacer un vino único y excepcional.